El hot dog es el pionero desde que llegó a los estadios de béisbol en la década de los 80 y, desde ahí, ha sido parte de la historia de este deporte.
El alimento es de origen alemán, pero se popularizó en Estados Unidos y en 1983 se convirtió en la comida rápida favorita del béisbol porque el aficionado la considera fácil de comer, conveniente y poco costosa.
El hot dog ayudó que leyendas del deporte como Babe Ruth, establecieran un récord "comer unos 12 hot dogs y 8 sodas después de un juego".
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