Lo dejo porque me influía en mi día a día, con mis amigos, con mi familia. Me encontraba apagado, sin ganas de nada, se podría decir que estaba amargado.
El fútbol no me daba de comer. Era más feliz en el trabajo que yendo a entrenar.
Sinceramente, no tengo miedo a echar de menos el fútbol, es más, si no tuviera que volver a jugar al fútbol no pasaría nada. No lo voy a echar de menos.
Lo único que he hecho es decir lo que siento. La gente que juega al fútbol me puede llegar a entender más. Lo único que intento en esta vida es ser feliz.
Lo único que he hecho es decir lo que siento. La gente que juega al fútbol me puede llegar a entender más. Lo único que intento en esta vida es ser feliz.
Sólo quiero dedicarme a ser feliz y a disfrutar del presente. Por ahora no he tenido tiempo para pensar en el futuro, ni a lo que me voy a dedicar el día de mañana, dejé el fútbol hace dos días y no tengo pensado nada a largo plazo.

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